Pekín y la ópera


Si vas a Pekín además de ver la Gran Muralla y la ciudad prohibida hay dos cosas que no se te tienen que pasar. Una es probar el pato y la otra ir a la ópera.
Lo del pato es todo un lujo, y el precio es caro, unos 25€, unas diez veces lo que yo suelo gastarme en comer. Vete al mejor, a uno que está cerca de la zona de Santolin, vale la pena.
La opera hay de dos tipos.
Por una parte está la ópera china, que es como una especie de teatro cantado con acrobacias. Al principio te hace gracia por ver los trajes y todo eso pero al cabo de un tiempo ya tienes suficiente y estás deseando que acabe. Las dos horas se hacen duras. De todas maneras merece la pena.
La ópera a la que yo me refiero es la otra ópera, la tradicional. En Pekín tienen una de primer nivel, un edificio super moderno sobre un lago artificial, la entrada es por un túnel de cristal debajo del agua. Las entradas desde 18€. Yo me cogí las entradas que llamaban VIP, 68€, las mejores de todo. Por más que me esforcé por gastar en China siempre me sobraba dinero, las comidas entre 2€ y 5€, el alojamiento entre 9€ y 25€ todo en habitaciones individuales con baño (nada de dormitorios comunes), billetes de tren de un día de viaje por 30€, de avión por 60€ dos mil kilómetros, todo baratísimo... total que me podía permitir un capricho. Cuando se visita una gran capital en un país barato hay que ir a este tipo de cosas, esto se aplica muy bien en los países de Europa del este. Hay muchos conciertos y muy baratos.
La ópera era Turandot de Puccini, es famosa por el aria "nessun dorma". Auténtico momento estelar del viaje, todos los viajes tienen su momento estelar...